Agua fluye suavemente sobre las piedras, y después de miles de años se forma un cañon.

 Nosotros no empujamos al viento, el viento nos empuja a nosotros. La vida mueve a cada persona hacia adelante al ritmo adecuado para estimular un continuo crecimiento y aprendizaje. No hay mucho que uno pueda hacer para acelerar este proceso. Lo más que podemos hacer es convertirnos en un participante más consciente.

Cuando nos enfrentamos con el reto de crear nuevos hábitos, algunos trabajan duro para terminar agotados por el fuerzo y rendirse al final. Otros son abrumados rápidamente sin hacer mucho progreso y se desalientan por la tarea. Otros más, ven lo que se necesita hacer, piensan que es una buena idea, pero nunca inician por falta de motivación. Percibirse a uno mismo como haber fallado, hace la situación peor. En lugar de intentar de nuevo, la mayoría de las personas se distraen de forma que no tengan que enfrentar el reto.

 

Conforme lean más acerca del Ayurveda, verán que los enfrenta con las elecciones de su estilo de vida y les pedirá compararlas con el ideal. Cuando hacemos eso, inevitablemente nos quedamos cortos; quien de nosotros es tan puro y santo que no tenga faltas, seríamos un raro individuo. Cuando nos vemos en el espejo del Ayurveda, la mayoría de las personas empiezan a ver las áreas donde necesitan mejorar y les ofrece crecimiento y curación. Pero sin paciencia, el agotamiento, el sentimiento de estar sobrepasado y la inercia se llevaran lo mejor de nosotros.

 

-Dr. Marc Halpern