Escrito por el Dr. John Doulliard, traducido por Sofia Serrano.
En 2009, Elizabeth Blackburn ganó el premio Nobel por su descubrimiento sobre las tapas protectoras de los cromosomas llamados “telómeros”. Cada vez que una célula se divide, estas tapas protectoras se desgastan y con el tiempo, los telómeros se acortan. A medida que se reduce la longitud de los telómeros, las células empiezan a fallar y a perder su habilidad para dividirse. Actualmente, basados en la investigación de Blackburn, algunos científicos usan la medida de la longitud de los telómeros, como una medida de envejecimiento y como factor de riesgo de enfermedades.
Blackburn también descubrió una enzima llamada “telomerasa”, la cual protege las tapas cromosómicas del desgaste por la división celular, es decir del envejecimiento. Por lo tanto, cuanta más telomerasa tenga, mayor será la longitud de los telómeros; entre menos telomerasa, menor la longitud de los telómeros. Cuanto más cortos son los telómeros, mayor es su exposición al desgaste, el envejecimiento y la enfermedad.(1)
Blackburn se dispuso a averiguar qué factores, además del envejecimiento, causan el acortamiento de los telómeros. Antes de sus investigaciones, se consideraba que los únicos responsables de la longitud de los telómeros eran los genes y su expresión genética. La teoría de Blackburn, según la cual afirmaba que tanto el ambiente como la psicología podían afectar la longitud de los telómeros, era una idea bastante radical.
El estrés puede quitarle diez años de vida
En uno de sus estudios de referencia en colaboración con Elissa Epel, director del Aging, Metabolism and Emotion Center en UCSF, Blackburn estudió la teoría según la cual cuanto más estresado es un individuo, menor es la actividad de la telomerasa. Dividieron 58 mujeres en dos grupos cuidadosamente seleccionados, unas con altos niveles de estrés y un grupo control. ¡Fue sorprendente lo que encontraron! Las mujeres con los niveles de estrés percibido más altos, estrés psicológico y estrés crónico tenían los telómeros más cortos, en un promedio equivalente a por lo menos una década de envejecimiento adicional, en comparación con mujeres con niveles bajos de estrés.(2)
Otro reto para Blackburn
En consecuencia, se realizaron muchos estudios adicionales que apoyaron la teoría de Blackburn sobre el impacto negativo del estrés sobre la longitud de los telómeros y por lo tanto un proceso acelerado de envejecimiento. Por lo tanto surgió la pregunta: ¿son los telómeros más cortos una medida del incremento del riesgo de enfermedad? La respuesta fue sí, y más estudios sobrevinieron. Una de estas investigaciones determinó que hombres de edad avanzada de quienes se encontró reducción en la longitud de sus telómeros en un período de dos años y medio, presentaban un riesgo tres veces mayor de morir por enfermedad cardiovascular en los siguientes nueve años, en comparación con un grupo de hombres de edad avanzada cuyos telómeros conservaron su longitud o se alargaron.(1)
En otro estudio dirigido por Mary Armanios, MD en la Escuela de Medicina John Hopkins, los telómeros de más de 2000 nativos americanos fueron evaluados. Aquellos con los telómeros más cortos presentaban más del doble de probabilidad de desarrollar diabetes a lo largo de un período de cinco años y medio. (1)
¿Puede la meditación detener el acortamiento de los telómeros?
La Dra. Blackburn siguió la lógica: telómeros más cortos generan envejecimiento acelerado, personas con altos niveles de estrés presentan telómeros más cortos y los telómeros cortos están relacionados con asuntos de salud.
Parece lógico, entonces, medir los telómeros sin los efectos degenerativos del estrés. La evidencia recogida la llevó a estudiar la meditación y los resultados fueron impresionantes.
Personas menos estresadas con telómeros más largos demuestran:
- Mayores capacidades cognitivas
- Menos pensamientos negativos
- Mejor propósito de vida
- Mayor atención conciente (mindfulness)
- Mejor salud general
- Viven más tiempo
Tradicionalmente, quienes han ganado el Nobel no estudian la meditación, por eso felicitaciones a la Dra. Blackburn por superar el ridículo y prejuicio profesional y perseverar en el camino de la verdad en el nombre de la ciencia. Tristemente, al parecer no muchos científicos están dispuestos a hacerlo.(1) A pesar de esto, la Dra. Blackburn tomó la decisión de estudiar los efectos de la meditación sobre la longitud de los telómeros.
En un pequeño estudio piloto, un grupo de 30 voluntarios fueron a un retiro de meditación de tres meses en el Shambhala Mountain Center en Colorado del Norte. Sorprendentemente, los participantes tuvieron un enorme aumento del 30% de la actividad de la telomerasa.(3) Adicionalmente, este fue el primer estudio en relacionar la actividad de la telomerasa con la meditación, y uno dentro de la larga lista de investigaciones que confirman los beneficios de la meditación en la salud psicológica. Se encontró que la meditación apoya un mejor propósito de vida, la atención consciente y menor negatividad emocional en comparación con un grupo control.
En otro estudio dirigido en UCLA, un grupo de 39 sujetos con demencia y un promedio de 60 años de edad, participaron en cantos de meditación llamados kirtan kriya, únicamente durante 12 minutos diarios, a lo largo de ocho semanas. Se comparó este grupo con otro que escuchó música de relajación. El grupo que practicó cantos de meditación mostró mejorías en síntomas de depresión, salud mental y funciones cognitivas, en comparación con el grupo que se dedicó a escuchar música de relajación. Además, se encontró en el primero, un aumento de la actividad de la telomerasa correspondiente al 43% al ser comparado con el segundo grupo.(4)
En un estudio Dean Ornish, el cual incluyó estilo de vida de yoga ayurvédica, dieta vegetariana, meditación y ejercicios de respiración en hombres con bajo riesgo de presentar cáncer de próstata, se encontró que tras cinco años tanto la longitud de los telómeros como la actividad de la telomerasa era mayor en comparación con un grupo control.(5)
En otro estudio se aplicó una batería de pruebas de salud a personas de edad avanzada (mayores de 81 años) con el fin de comparar los resultados en grupos que practicaron cada uno diferentes técnicas de meditación, a saber, meditación trascendental, entrenamiento en mindfulness y relajación sencilla (baja atención consciente). En aprendizaje por pares asociados, dos medidas de flexibilidad cognitiva, salud mental, presión arterial sistólica, flexibilidad conductual y eficacia del tratamiento el grupo que practicó meditación trascendental obtuvo los puntajes más altos, seguido de mindfulness y comparación con el grupo de relajación, el cual obtuvo los puntajes más bajos. Además, después de tres años, la tasa de supervivencia fue del 100% para el grupo de meditación trascendental y del 87.5% para el entrenamiento en mindfulness en contraste con las tasas más bajas del tercer grupo. Esto sugiere que la meditación fue la práctica más efectiva incluyendo mejorías en la salud física y mental. (6)
Conclusión
Es claro que aún es necesario llevar a cabo más estudios tanto sobre los beneficios de la meditación como sobre factores ambientales y psicológicos que reducen la longitud de los telómeros. Gracias a la Dra. Blackburn y sus colegas, ahora tenemos evidencia científica sugiriendo que todos deberíamos practicar algún tipo de meditación u otra práctica para reducir el estrés.
La Dra. Blackburn cree firmemente que si las personas pudieran ver el impacto del estrés sobre sus telómeros, se motivarían para realizar cambios en su estilo de vida y estarían más dispuestos a comenzar una práctica de yoga o meditación.
He creado la Técnica de Atención Transformadora (TAT) por dos razones:
- He encontrado que muchas personas aprenden a meditar, pero pocas mantienen esta práctica a lo largo del tiempo; la mayoría me dice que simplemente no fue capaz. Por eso pensé en crear una práctica simple de meditación, una práctica en la que cualquiera pudiera tener éxito. Quise asegurarme de que cualquier persona que iniciara esta práctica pudiera experimentar una diferencia inmediata de tal manera que sea irresistible continuar con la meditación.
- Aunque indiscutiblemente la meditación reduce el estrés y tiene enormes beneficios sobre la salud, he observado que no siempre tiene un impacto sobre los patrones de comportamiento negativos. Para que las personas se adhieran a una práctica, ésta tiene que transformar vidas; tiene que darles la conciencia y la motivación para realizar cambios profundos de transformación.
He encontrado resultados asombrosos en mis pacientes, quienes han logrado cambiar viejos hábitos destructivos a través de la conciencia que alcanzan por medio de la meditación, junto con los pasos de acción guiados por esta técnica (TAT).
Lo que hace única a la técnica TAT es la combinación de un aumento de la conciencia de sí mismo y la guía de cómo empezar a aplicar los cambios. Esta combinación nos permite estar en el Juego de la Vida – el ganador es quien más se divierte… y sin duda quien tiene los telómeros de mayor longitud.