Avances de la ayurveda en Perú

Adriana tuvo su primer acercamiento al Ayurveda hace un par de años, cuando aún vivía en Tailandia, gracias a su profesora de reiki que le introdujo en el masaje abhyanga. Quedó encantada con la forma en que el Ayurveda comprende la salud y sus retos en todos los niveles. De vuelta en Lima, y a través de una alumna de la Escuela de Ayurveda de California, supo de la formación y de los cursos presenciales. Así que lo que primero que realizó fue el curso de Fundamentos de Ayurveda en enero del 2015 y, en marzo del mismo año, se animó a viajar a Bogotá para tomar el taller de Terapias Corporales Ayurveda que se centra en el aprendizaje del abhyanga, shirodhara y svadana. Unos meses después, se incorporó a la formación anual en Salud Ayurveda (AES) que culminó en abril del 2016 y, paralelamente, tuvo la oportunidad de colaborar con la Escuela como blogger en su página web. En junio del mismo año, viajó a Bogotá nuevamente para llevar el curso de Diagnóstico y Preparación de Medicinas Herbales por una semana, y en julio se inició en la formación en Ayurveda Clínica (CAT).  Finalmente, en agosto de este año, se mudó a Argentina y comenzó a trabajar como terapeuta, y responsable del laboratorio y preparados herbales en Gaiatri, centro ayurveda & yoga.  Actualmente, vive en Buenos Aires.

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Entrevista Ayurvédica con Adriana Sánchez

1) ¿Qué aspectos hacen atractivo el Ayurveda?

A nivel terapéutico, lo que más me atrae del Ayurveda es la manera en que integra en una misma disciplina el conocimiento científico tomado de los textos clásicos con el desarrollo de la intuición como fuente de discernimiento. A través de la Escuela, hemos recibido mucha información muy bien organizada y sistematizada que ha sido recopilada de textos como el Charaka Samhita; conocimiento, procedimientos y protocolos muy rigurosos a los que hay que ceñirse en caras de hacer un buen diagnóstico. Sin embargo, un buen diagnóstico y el éxito en el tratamiento requiere que el terapeuta comprenda también las características  más sutiles de nuestro cuerpo a través de herramientas como la lectura del pulso, de un masaje o del trabajo con los centros energéticos del cuerpo. Esa comprensión escapa a la linealidad de la razón: se trata más bien de un ejercicio de conexión con nuestro lado más intuitivo. De ahí que los tratamientos sean tan personalizados y que frente a un mismo síntoma dos pacientes puedan irse a casa con dos interpretaciones diferentes. Adicionalmente a ello y siempre desde un enfoque tridóshico, el Ayurveda tiene un muy buen acercamiento a la fitoterapia, a la nutrición e incorpora asanas del yoga.

2) ¿Qué piensa sobre el futuro de Ayurveda en Lima, Perú?

En Lima y gracias al crecimiento de los mercados orgánicos, a la búsqueda de estilos de vida más saludables y a la práctica del Yoga se han abierto espacios interesantes para hablar de Ayurveda y presentar sus beneficios.  Sin embargo y aun cuando siento que este interés está en crecimiento, para tratarse de una ciudad de diez millones de habitantes, sigue siendo un interés reducido.

3) Qué experiencia has tenido con el abhyanga?

El masaje abhyanga es la terapia básica en el Ayurveda, a partir de la cual se añaden diferentes tratamientos como shirodara, svedana, basti, entre otras. Se utilizan aceites vegetales de acuerdo al desequilibrio del paciente, a los cuales se les añade aceites esenciales seleccionados según las cualidades que cada uno aporte para tratar cada caso. Los aceites vegetales tienen un efecto importante sobre el sistema nervioso, por lo que el masaje abhyanga es recomendable toda vez que se quiera apaciguar la mente, nutrir tejidos internos, fortalecer el sistema inmunológico y estimular recursos mentales para sobreponerse al estrés (ojas).