Los subdoshas de vata: los cinco vayus

Los doshas son las fuerzas sutiles que impulsan las funciones vitales y fisiológicas en el cuerpo y se clasifican en tres  grupos: vata, pitta y kapha. En el caso de vata dosha es la energía que impulsa el movimiento. Los impulsos nerviosos, la respiración, el desplazamiento de las extremidades e incluso el flujo de ideas y pensamientos son todos movimientos generados por vata dosha. Los subdoshas de vata, conocidos como vayus, son subcategorías que describen la energía de vata con mayor precisión, pues se refieren a zonas específicas del cuerpo. Aquí, revisaremos las principales acciones, así como algunos de los desordenes típicos de estos subdoshas.

Prana vayu: Es el responsable de capturar el prana (energía sutil que permite la vida) que se encuentra en el ambiente y llevarlo al interior de cuerpo a través de los sentidos, mayormente por medio de la boca y la nariz. Afecta el movimiento del cerebro y del pecho, de ahí que se le le asocien perturbaciones de la mente (pensamiento excesivo, temor, preocupación, nerviosismo, ansiedad por mencionar algunas) que eventualmente causaran un efecto en nuestra respiración. Cuando los estímulos que recibimos desde el exterior están fuera de armonía, hay un impacto en nuestra conducta y acciones. Si la desarmonización es muy profunda, puede incluso causar adicciones. el primero de los subdoshas de vata.

Samana vayu (subdosha de vata): Una vez que el prana está en nuestro cuerpo, samana vayu es responsable de absorber el prana desde la periferia y llevarla al centro del cuerpo. Por ejemplo, la circulación de la sangre, de las venas al corazón, es una acción de samana vayu. De igual manera, se le atribuyen movimientos del sistema respiratorio y nervioso. A nivel mental, equilibra y estabiliza a los otros vayus.

Cuando está perturbado, una persona puede llegar a perder el control de sus emociones y pensamientos. Su acción principal está en el intestino delgado: es el aire que estimula el fuego en ese espacio, propiciando una buena asimilación de nutrientes. Cuando esta energía es fuerte, la fuerza del fuego también lo es y en consecuencia, la absorción de nutrientes es óptima. Entre los desordenes comunes están la pérdida de peso progresiva, el estreñimiento y la diarrea.

Vata subdoshas

Vyana Vayu: Difunde el prana desde centro del cuerpo y lo transporta a las periferias. Su principal acción es impulsar el movimiento del sistema circulatorio (circulación arterial) y nervioso. Vyana Vayu también es responsable del movimiento de la sudoración y de las articulaciones. Cuando hay perturbación en esta energía, la circulación se ve comprometida, desencadenando problemas como presión alta y enfriamiento en las extremidades, así como inestabilidad en los ligamentos y articulaciones rígidas, entre otros. En la mente, el pensamiento se mueve sin control, se presentan obsesiones y perdemos perspectiva.

Udana Vayu: El movimiento de prana en este caso se produce hacia arriba y hacia fuera del cuerpo. Se le conoce como el vayu que propicia la acción, pues facilita el movimiento de los músculos, la autoexpresión y, a un nivel más elevado, la comunicación con una conciencia superior. Se ubica en la garganta y en el pecho y desde aquí impulsa el habla. Signos de perturbación: expresión defectuosa (tartamudez, balbuceos o tics nerviosos), sequedad de las vías respiratorias (tos seca). A nivel mental, regula la memoria y nuestra habilidad para recordar. También es responsable del entusiasmo y la motivación por culminar metas. Niveles anormales de entusiasmo y dificultad para recordar, revelan desequilibrio en udana vayu. Cuando el cuerpo lo necesita, facilita el vómito.

Apana Vayu: El último de los subdoshas de vata. Es el movimiento del prana hacia abajo y hacia fuera. Es la energía responsable de eliminar deshechos producidos tanto por el cuerpo (nivel celular, heces, orina y flujo menstrual) como por la mente. También se le atribuyen la expulsión de la eyaculación del semen y la labor de parto. La acción de apana vayu está en el colon. Desequilibrios identificados serían sequedad en el colón (estreñimiento), irregularidad en el flujo menstrual, dificultades para dar a luz, bajo volumen de semen, entre otros. En la mente, facilita ala expulsión pensamientos negativos.

Si bien los desequilibrios de vata dosha pueden ser tratados por medio de las terapias de los cinco sentidos, lo más importante es que la persona comprenda la necesidad de llevar una vida armónica, de crear rutinas estables, de rodearse de una ambiente saludable y, sobre todo, de aceptar que nuestro cuerpo es solo un vehículos de energía guiado por leyes y fuerzas superiores a las cuales es fundamental que nos alineemos.

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