Ocasionalmente, se hace la pregunta: “¿Cómo puedo incorporar las enseñanzas y hábitos ayurvédicos a mi vida cotidiana?”. Y la respuesta es engañosa: todo lo que hay que hacer es invitar a la armonía y el equilibrio a sus hábitos diarios, y los beneficios se hacen evidentes. Por supuesto, puede que no sea tan sencillo, pero tampoco es difícil. Los pequeños pasos pueden suponer una gran diferencia.
Ejemplo hábito ayurvédico
Levantarse por la mañana puede ser un hábito establecido o una rutina para muchos de nosotros, que a menudo implica comer rápidamente, beber café y apresurarse para llegar al trabajo, todo ello mientras nos ponemos al día con las noticias del día. Esto no parece una receta para la armonía o el equilibrio. En lugar de apresurarnos por la mañana, podríamos levantarnos una hora antes y dedicar ese tiempo a respirar profundamente, beber agua e intentar estirarnos para sentirnos más conectados con nuestro cuerpo.
En lugar de centrarnos inmediatamente en ir al trabajo, podemos meditar durante unos minutos o dar un paseo rápido al aire libre, prestando atención a nuestro entorno y practicando la atención plena. Si nos tomamos el tiempo necesario para recibir el día con suavidad, daremos a nuestra mente y a nuestro cuerpo la oportunidad de prepararse para el trabajo del día sin sentirse estresados o agobiados.
¿Qué pasa con la dieta? Una de las principales enseñanzas ayurvédicas es que la digestión es fundamental para la salud, y que mantener una digestión saludable es un medio esencial para permitir que el cuerpo maximice su potencial para sanar y combatir la enfermedad de las influencias externas. Naturalmente, la clave para mantener esa buena digestión es sencilla: no comer cosas que te hagan sentir mal.
Los alimentos que producen los signos de estar mal o poco saludables, como la hinchazón, los gases o la indigestión, van en contra de tu cuerpo. Tomarse el tiempo de planificar la dieta en favor de la nutrición y la salud digestiva en lugar de la energía rápida o la comodidad se paga con creces en forma de una mejor salud y, posiblemente, de un ahorro de dinero al no necesitar ayudas para la digestión o la acidez. Es una tarea bastante sencilla sustituir una comida rápida y poco saludable al día por una más sana y completa, disfrutada lentamente y bien masticada, y los beneficios son enormes.
Estos son sólo dos aspectos de la vida en los que unos simples cambios según los principios ayurvédicos y yóguicos pueden producir beneficios grandes y tangibles. Dichos cambios son el comienzo del proceso de aprendizaje sobre cómo el Ayurveda puede guiar aún más la forma de vivir su vida.
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