En Ayurveda, el ciclo de la vida está divido en tres grandes momentos. Cada uno de ellos recoge las particularidades y cualidades de los doshas vata, pitta, kapha. Eso quiere decir que adicionalmente a nuestra constitución ayurvédica, existen fuerzas externas que alteran nuestra naturaleza dóshica y nos vuelven más frágiles frente a la enfermedad. Uno de esos factores externos que vulneran y/o alteran el flujo de los doshas es la edad.
Pasemos a revisar las alteraciones de los doshas y la edad:
Tiempo de kapha: Se define desde la concepción hasta aproximadamente los quince a diecinueve años. Es el momento de la formación y crecimiento del cuerpo físico, de ahí que la alimentación es de vital importancia. Nutrirse puede ser la acción de alimentarse pero también podemos nutrirnos de amor y sentar las bases de lo que será nuestro mundo afectivo y las futuras relaciones que construiremos en el mundo, con los otros y con nosotros mismos. Como se trata de la etapa de la vida donde nos encontramos más vulnerables, es el momento también donde desarrollamos mayores apegos con los padres, familia y amigos. Los niños en esta etapa, indiferentemente a la constitución, tienen más grasa y aquellos de constitución kapha son más propensos a aumentar de peso y a acumular mucosa.
Tiempo de pitta: Comienza en la pubertad y continua hasta la vejez. Se le conoce como el momento de la productividad, ya que en este momento la persona ha terminando de formarse física y emocionalmente. Para el Ayurveda, el enfoque de productividad varía de acuerdo al género. En el caso del hombre está relacionada al momento de la realización y con la capacidad de proveer, mientras que para la mujer se le asocia con la fertilidad, etapa que se inicia con la menarquia y culmina con la menopausia. Males comunes que se desarrollan en este período: úlceras, hipertensión, inicio de enfermedades cardiovasculares, problemas de tiroides, acné, entre otros.
Tiempo de vata: Comienza alrededor de la menopausia en las mujeres y en los hombres con la jubilación, momento en que la energía productiva cesa. El tiempo de vata finaliza en cuando abandonamos el cuerpo y partimos hacia otro plano. Generalmente en este momento de transición, las personas de constitución vata tienden a ser mas sensibles. Es el momento de la vida en que por fuerza natural se nos invita a la pausa, al silencio, a la reflexión, a la revisión de nuestra experiencia y a compartirla con los demás. Ambos, hombres y mujeres emprenden un camino espiritual más sentido y acorde a las nuevas necesidades del alma. En esta etapa es común que los sentidos, la mente y algunos órganos empiecen a debilitarse.
Se entiende que la edad es una de las fuerza que promueve el movimiento dóshico aunque no es la única. Dentro de estas listas tenemos las fluctuaciones estacionales y las horas del día. De ellas hablaremos con mayor detalle en el siguiente post.
Basado en Halpern, Marc. 2001. Principio de la Medicina Ayurveda. Libro para la profesión ayurvédica. Segunda edición en español.
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