Medicina Ayurveda en Medellín con María Amaya

La futura Consejera de Salud Ayurveda de Medellín, María Catalina Amaya nos cuenta su vivencia desde que conoció la Medicina Ayurveda.

La pasantía de consejero de salud ayurvédica es la mejor manera de aprender cómo llevar sus conocimientos al mundo que lo rodea. Durante este programa de seis meses, experiencia en el mundo real al ver pacientes, aprender técnicas de asesoramiento, hablar en público y educar a su comunidad.

Entrevista a María Catalina Amaya:

Mi experiencia durante toda la vida profesional ha estado enfocada en la empresa, el mercadeo y las ventas. Asuntos que me han entregado una comodidad económica importante pero que indiscutiblemente me han enfrentado a mis más grandes tentaciones como lo son el poder, el deseo de ser la mejor, el deseo de tener más e indiscutiblemente esto trae consigo una mente enfocada e intensa en aquellos propósitos que me llevaron a tener una saturación de pensamientos, sueños, deseos y necesidades de hacerlo cada vez mejor…

Hace 8 años inicié mi transformación espiritual. Necesitaba callar mi deseo, mi intensión perfeccionista, mi falta de perdón propio, mi miedo a la muerte, entre otros. A través de la meditación me encontré conmigo misma, me encontré con el perdón y una cosa lleva a la otra, hasta que hace 4 años, en esa conexión tan hermosa espíritu – mente – cuerpo empecé a sentir efectos diferentes de la comida o la bebida en mi salud y en mi mente. Esa pregunta me termina llevando al Ayurveda, un conocimiento maravilloso que ha complementado este despertar.

Practico esta ciencia desde entonces, pero es tan vasta, tan completa y tan inagotable, que he decidido incorporarla a través del estudio más formal y con el crecimiento de mi propia transformación y la continuación de mis estudios continuaré compartiéndola con todos aquellos que se sientan inspirados por ella.

1) ¿Qué aspectos hacen atractivo el Ayurveda?

Para mi los aspectos más atractivos del Ayurveda son: Su mirada holística. No solo desde aquello que compone una persona: cuerpo, mente y espíritu y cómo los tres se conectan desde lo más micro hasta lo más macro; también cómo cada ser humano hace parte del todo y el entorno la afecta y así mismo afecta el entorno. Es la forma en se entiende a detalle que estamos conectados y hacemos parte.

Y en segundo lugar que está en sintonía con las tendencias de las nuevas generaciones porque en la posguerra estuvimos saturados de todo lo que daba placer y la industria encontró en esto una oportunidad comercial increíble que hizo que el ser humano se desconectara de lo que le hace bien. Hoy queremos volver a lo simple y estamos dispuestos a pagar más por lo orgánico, lo natural, lo fresco. Ayurveda al ser una ciencia tan milenaria, nació en estos principios, los conserva y tiene los conocimientos para promover su aplicación de la manera más adecuada.

2) ¿Qué piensa sobre el futuro de Ayurveda en Medellín, Colombia?

Estoy convencida de que la medicina Ayurveda en Medellín es una alternativa muy inspiradora y efectiva para aquellas personas que desean sentirse bien; y hay una gran enfermedad colectiva, algunos la sienten y otros no, pero cada vez son más los que sienten esa angustia, ese desasosiego. Sobre todo la mujer.

Seguro que en la medida en que haya más transformación en los resultados de las personas, habrán más interesados en el Ayurveda. Creo que esto se debe trabajar en comunidad para entrar en coherencia con el propósito y para ser capaces de mejorar en conocimientos y prácticas. En Medellín, Colombia, y Latinoamérica necesitamos de muchos profesionales en medicina Ayurveda, de mucho conocimiento para que impactemos nuestro entorno y logremos un progreso colectivo.

3) ¿Tiene alguna terapia ayurvédica favorita?

Elijo el autoabhyanga, una terapia muy simple y a la vez muy tonificadora. Después de practicarla a diario, solo basta una vez en que no la realice para sentir su ausencia. Es un espacio de meditación conmigo misma, es un espacio de dedicación y amor; en el que vata y pitta me lo agradecen.

Con un poco de aceite tibio que puede ser de coco o de girasol (para no desequilibrar a pitta que tiende a hacerlo), dedico 15 minutos diarios a primera hora en la mañana, a veces antes de bañarme, a veces recién me baño, a masajearme desde los pies hasta la cabeza, suavemente, como deseando darme un poco de tranquilidad y reposo. Le entrego a mi piel deliciosas caricias y humectación que agradece durante el resto del día. No hay crema de manos ni de rostro que sea capaz de lograr este efecto. Es indescriptible.

 

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